Uso Diario
Quítese los anillos al lavarse las manos; las partículas de jabón podrían alojarse en los huecos.
Elija su joya en función de sus actividades. Es preferible que evite llevar la joya a la playa, a la piscina o para hacer deporte, para evitar que se golpee o se raye. Además, el contacto repetido con los perfumes, los cosméticos, los detergentes domésticos o los insecticidas pueden dañar las piedras que adornan su joya.
Cuidados:
A excepción de las perlas y las esmeraldas, puede limpiar sus joyas Usted mismo con agua tibia y jabón, cepillándolas delicadamente con un cepillo pequeño y muy suave. Aclárelas delicadamente con agua tibia y séquelas con un paño suave.
El cuidado de las perlas y las esmeraldas es extremadamente delicado, por lo que es preferible confiárselo a a un profesional, por lo menos una vez al año.
Cada uno o tres años, le recomendamos que haga revisar el ensarte de su collar de perlas.
Cómo guardar las joyas?
Las joyas se rayan en contacto con otras joyas, por lo que le aconsejamos que las proteja por separado: cada joya debe guardarse individualmente en el estuche que recibió en el momento de la compra. Se desaconseja colocar varias joyas juntas sin la debida protección.
Las cadenas deben guardarse cerradas y en plano para evitar la formación de nudos.
Seguridad:
Antes de ponerse su joya, obsérvela durante un instante y compruebe que el cierre, y el dispositivo de seguridad si lo tiene, no presentan holguras y que el engaste de las piedras no se ha desplazado.
Usted mismo puede comprobarlo de dos maneras:
• Agitando ligeramente la joya cerca de su oreja. Si oye un ligero ruido, significa que las piedras ya no están perfectamente sujetas.
• Frotando las joyas contra una tela fina: si se engancha, significa que las garras se han movido.
Si tiene la menor duda, es preferible que no utilice la joya antes de llevarla a un profesional que compruebe el problema.